La mujer que yo quiero no necesita
bañarse cada noche en agua bendita.
Tiene muchos defectos dice mi madre,
y demasiados huesos dice mi padre.
Pero ella es más verdad que el pan y la tierra
mi amor es un amor de antes de la guerra para saberlo.
La mujer que yo quiero no necesita
deshojar cada noche una margarita...
No hay comentarios:
Publicar un comentario